Alguna vez te has planteado hacer un IRONMAN. Seguramente la respuesta es que SÍ y es por eso que te encantará nuestra siguiente historia.

Se trata de cómo vivió nuestro compañero Julio García su debut en Ironman a sus 53 años de edad. Los días anteriores y el mismo día durante la prueba. Seguramente estas deseando de vivir un día como el que vas a leer pero hasta entonces te dejamos con la historia de Julio García en el pasado IRONMAN de Lanzarote 2017:«La decisión de debutar en larga distancia, en el Ironman de Lanzarote, me ha condicionado los meses previos de la temporada; tener un solo objetivo  te presiona más pero esa presión también da más fuerza. He orientado los entrenamientos, las pruebas en las que he participado, la buscada pérdida de peso e incluso unos días libres en Feria al único objetivo de presentarme en la línea de salida en las mejores condiciones para terminar la competición. 

El lunes de la semana de la prueba nadé y me hice un masaje de descarga y el martes ya volé para la isla, alojándome en Puerto del Carmen. El miércoles monté la bici e hice los dos últimos entrenos; un par de horas de bici y 40 minutos de carrera a pie. Las fuertes rachas de viento no sólo ralentizaban la marcha sino que cuando eran laterales amenazaban con tirarme de la bici y esto sí que me preocupaba, afortunadamente el viento bajó de intensidad el día de la prueba. El jueves lo dediqué a ir a La Santa a recoger el dorsal y a asistir a la charla técnica, compartiendo el  ambiente de la larga distancia con triatletas experimentados e intentando recoger de ellos consejos de última hora para un novato veterano. El viernes preparé las bolsas para las transiciones y la bici para el check in, descansando el resto del tiempo.

Por fin llegó el día tan esperado. Me levanté a las 5 para una prueba que empezó a las 7. Me sentía feliz de poder estar en la línea de salida y de ser protagonista de ese momento irrepetible, pero una vez sonó la bocina sólo tenía en mente disfrutar y terminar, sobre todo terminar. La primera vuelta del nado no fue cómoda por la aglomeración de participantes pero en la segunda ya nadé más fluido e incluso disfruté de la enorme visibilidad y de la vida de esas aguas. La bici transcurrió conforme a lo previsto; un circuito precioso recorriendo la isla pero muy duro por su desnivel, su viento constante, el calor y sus zonas de asfalto rugoso. Tanto en el primer segmento, en la bici como en las transiciones empleé menos tiempo del que tenía previsto pero en la maratón me encontré con algo que sí fue una sorpresa; el cuerpo me impuso un ritmo de carrera no lento, como preveía, sino lentísimo. Desde ese momento supe que si quería acabar la prueba “dignamente”, esto es, sin tener que andar, sin más remedio debía adaptarme obediente a esa cadencia y así lo hice, terminando en un tiempo total de 14h29m48s. Participaron 1606 personas, terminaron 1335 y quedé en el puesto 1030. 

 Enormemente satisfecho de haber conseguido lo deseado. Termino con algunas conclusiones rápidas que no originales; si te propones algo lo puedes conseguir pero hay que estar preparado; el Ironman de Lanzarote es una prueba que todo triatleta debe hacer alguna vez en su vida y por último, que no hay que quemar etapas ni obsesionarse con llegar a la media y larga distancia, que en la vida hay tiempo para todo y cada edad tiene sus distancias.«

Simplemente sin palabras Julio. Nuestra ENHORABUENA por tal hazaña.

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 19 Junio 2017